martes, 26 de abril de 2011

A Gonzalo Rojas

25/04/2011

Y se convirtió en aire: poesía que revive en un eterno eco sus versos.

domingo, 21 de marzo de 2010

7:12 pm

postrada en un sillón miro pasar las horas
y no puedo
me es imposible tomar el bolígrafo y escribir algo

el blanco me domina se expande por mis manos y estás se pierden con blanquesino tono de mi sofá

y ahí
estática
quedó
en una pausa continua que se tranforma en días ....horas... semanas...

añorando un pasado de letras perdidas

domingo, 17 de enero de 2010

Pensando en voz alta

hace 4 meses escribí la última entrada ... cada vez me resulta más soprendente el número de días que pueden trascurrir sin que yo escriba...

es probable  que aquella exacerbada necesidad por plasmar mis ideas haya desaparecido con ello... ello que poseyó mi esencia por 20 o más años... ¿su nombre?
pueden inventarle aquel que les parezca más conveniente yo prefiero olvidar su existencia....

Pensaba en voz alta en esos instantes en los cuales uno se repite a si mismo una idea, aunque debo confesar que mi alma ermitaña ha vuelto esos momentos una cotidianidad irremediable; bueno , me repetía a mi y a mis cohabitantes deprimidos que es sumamente triste observar como México vive atrapado en una esencia profusamente consumista, la cual se sostiene de nada.
No comprendo como las personas son capaces de cambiar un plato de comida por crédito en el celular, es inaudito ¿dónde estamos? ¿dónde vivimos?¿Qué hemos hecho mal?
Algo hicimos mal en la educación, algo se fracturo en el camino para estar aquí donde estamos y algo debe hacer para acabar con esto no es posible seguir así...

Lo lamentable de todo esto es que nadie me escucha estoy sola con mis cohabitantes deprimidos que, valga la ironía, se niegan a compartir sus ideas conmigo porque "se sienten solos" .

Algo si es definitivo, algo hicimos mal para estar así y no ver que en el arte está una salida, como es posible que el país desdeñe el arte por invertir en armas y combatir una guerra incombatible "violencia genera violencia" el arte alimenta la mente, el alma inspira hace cosas inauditas como ganar guerras sin pelea.

¿Dónde quedó nuestra necesidad de escribir cartas , componer canciones, pintar paisajes?
Todos podemos crear sentir admirar , quizás no seas obras maestras pero dejen eso a los expertos , no creen para publicar o ser famosos creen para si , para crecer y alimentar esa parte dejada atrás por el celular y el ocio consumista.

Bueno quizás nadie me escucha, pero probablemente logre que mis cohabitantes deprimidos sonrían.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿cómo olvidar?

Claro al leer esto pensaran inmediatamente en el propio olvido pero la pregunta está relacionada con el olvido ajeno, es decir ¿cómo hacer que alguien olvide? ¿es posible? ¿de qué manera uno puede encallar en el cerebro de alguien y lograr que no vuelva a recordar algo?
No, no, no me malentiendan no quiero cometer un crimen , sólo quiero saber si es posible...
¿será?

jueves, 3 de septiembre de 2009

... (dejando de pensar)

¿qué puede atacarnos repetidamente hasta el punto de la locura? ¿el amor?
¿el abandono? ¿la muerte? ¿el sexo? ¿la estupidez?
¿O nada?... el ocio ataca contundentemente y nos deja en total imbecilidad... cual tropos caducos...
No lo sé...
quizás es el ocio el que me hace hablar así...

Autocondena

Escribo mi epitafio frente a la muerte oblicua.
¿Es ineludible esta condena? Al parecer poseo una flagrante necesidad al exilio...

lunes, 31 de agosto de 2009

¿Damnatio memoriae?

Latín que exclama ante el tiempo y el recuerdo una amenaza catastrófica para todo ser (vivo o semi vivo); no trascender más allá de un mismo. Aquel destierro de la memoria aterra la esencia vital, recorre cual frigidez expansiva los nervios.
Heidegger habla un poco de la existencia de uno a través del reconocimiento del otro; Levinaz aborda dicha teoría desde la identidad de uno a través de un otro y Zizek confronta la duda de ser totalmente libre sin la necesidad de un otro, pero todos dejan la cuestión de la identidad libre cual utopía. Somos lo que somos por el otro, con el otro o ante el otro; pero la realidad sin ello se esfuma y quedamos sin nada sin siquiera reconocer el oasis reflexivo.
¿Cómo no sentirme perdida si estoy al borde de la condena? Me han dejado las voces repetitivas de mi mente y ahora sólo escucho ese silencio nemotécnico de las olas saludando al viento; ¿soy sólo un largo silencio cual añoranza vacía y hueca de un teléfono sin ruido? ¿o la voz insistente de un seudo lamento que quiere ser escuchado? No lo sé , lo ignoro...
Son las once cincuenta y dos y estoy perdiendo mi respiro...